Portada: Macharaviaya sobre 1920. Foto: Bancroft Library OAC California

domingo, 30 de junio de 2019

El sacerdote que mató a un obispo

En el año 2016 se publicó el libro El Crimen del Cura Galeote de Tomás Gismera Velasco. Un libro que narra la truculenta historia de un sacerdote, don Cayetano Galeote Cotilla, natural de Vélez-Málaga, que el 18 de abril de 1886, domingo de Ramos, asesinó a tiros, en las escaleras de la catedral, a su Obispo, Monseñor don Narciso Martínez Izquierdo, primer Obispo de Madrid (Madrid hasta entonces había pertenecido a la archidiócesis de Toledo).

El Cura Galeote asesina al Obispo de Madrid
Grabado reproducido por Criminalia

El crímen hizo correr ríos de tinta en la prensa de la época. Se habló de motivos de honor, de que el presbítero se sentía humillado por sus superiores, de su sobrina doña Tránsito con la que convivía, y que en realidad era su amante, del descontento del cura con la iglesia en la que estaba destinado, de su situación económica, y un largo etcétera. Llegando a escribir sobre el suceso Benito Pérez Galdós. El tema ha vuelto a ser actualidad estos días por un artículo dedicado por la web Yahoo.

Retrato fúnebre del Obispo de Madrid,
pintado por José Nin y Tudó (1886). Museo del Prado

El sacerdote fue condenado a muerte en 1889, pero la sentencia se sustituyó por su ingreso en un manicomio de Leganés, en donde falleció el 3 de abril de 1922, ya con 83 años de edad. Se le consideró enajenado, pero a la Iglesia también le convenía que un sacerdote que había matado a su obispo pasara por loco.

Cayetano Galeote nació, como hemos dicho en Vélez-Mála sobre 1839. Residió posteriormente en Puerto Rico, Fernando Poo y Madrid.

Según mi investigación, en su juventud estuvo destinado en la parroquia de Macharaviaya. No como párroco titular pero sí como "teniente de cura", es decir, como ayudante del párroco. Aparece, por ejemplo, en un documento de 1866, formando parte de la Junta de Patronos de la Fundación de Escuelas y Banco Agrícola de Macharaviaya. Junto a Benardo Fernández, alcalde de Macharaviaya; Antonio Ruiz, alcalde de Benaque; y José Gallardo Campos, regidor síndico. Esa junta fue, precisamente, la que acordó abrir escuelas en Benaque, dada la aglomeración de alumnos en Macharaviaya.

Iglesia de Macharaviaya.
Archivo Ayuntamiento de Macharaviaya