Portada: Macharaviaya sobre 1920. Foto: Bancroft Library OAC California

domingo, 3 de enero de 2021

La leyenda de Goya

Dejamos claro, antes de continuar, que no hay ninguna prueba de que el genial pintor don Francisco de Goya y Lucientes visitara Macharaviaya. Únicamente se trata de una leyenda, un rumor, una fantasía quizás.

Si bien cronológicamente pudieron coincidir en Madrid Goya y los famosos Gálvez, éstos son algo anteriores, y la creciente fama del pintor coincide con la desaparición de los hermanos Gálvez Gallardo.

Más probable es que Goya coincidiera con miembros de la siguiente generación de los Gálvez. No solo porque, ya en la corte de Carlos IV, Goya era pintor de cámara y María Rosa de Gálvez era una aclamada dramaturga, sino porque el maestro retrató a la íntima amiga de María Rosa, María Rita Barrenechea, condesa del Carpio y marquesa de la Solana.

También pudo tratar, con posibilidad, a Felicitas de Saint-Maxent, viuda de Bernardo de Gálvez, condesa viuda de Gálvez y antigua virreina de Nueva España. Ambos pertenecían al círculo del ministro Cabarrús, de origen francés al igual que Felicitas. Miguel de Gálvez, segundo conde de Gálvez, hijo de Felicitas, sufrió exilio en Francia al igual que Goya.

Pero de estas más que probables coincidencias no hay testimonio, ni se que conoce que Goya pintara a ningún miembro de la familia.

No obstante, leyendas y tradiciones con frecuencia tienen un poso de realidad y, en cualquier caso, pasan a formar parte del acervo de un lugar.

Goya

Hace unos años los periodistas Mateo Gallego y Francisco Lancha publicaron en el diario SUR una serie de "tradiciones, leyendas y mitos malagueños" entre las que destacaban la fantasiosa visita de Goya a Macharaviaya. La reseño aquí porque son interesantes algunos de los datos que recopilaron:

Eran famosas las fiestas veraniegas que (los Gálvez) organizaban en su residencia, palacio que aún se conserva y que se conoce por el lagar de los Gálvez, situado en las cercanías de lo que hoy se conoce por Valle Niza, junto al camino de Vélez que aún existe y que pasa por tierras de Almayate. El edificio tiene veinticinco metros de fachada, dos plantas y enormes salones. En su interior había una sala de música (hasta hace poco quedaban restos de un piano), otra de baile y otras dedicadas a la práctica de juegos de salón. El lagar disponía de una prensa de viga que servía para la uva y la aceituna, indistintamente, destacando en el conjunto la "torre de viga" con clásica ornamentación de época.

 Se cuenta que cuando se reedificaba la iglesia (nota: se entiende que una capilla que formaba parte del complejo), a cargo de los Gálvez, tuvieron un invitado especial... Goya, el genial pintor aragonés, acompañado de su madre. Dice la leyenda que Goya por amistad con sus anfitriones, ofreció pintar un fresco en el templo... Por desgracia de aquella iglesia reconstruida no quedan hoy nada más que las paredes.

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