Portada: Macharaviaya sobre 1920. Foto: Bancroft Library OAC California

domingo, 7 de marzo de 2021

Colegio Salvador Rueda, historia de una denominación

El gran poeta Salvador Rueda es sin duda uno de los personajes más ilustres que ha dado el municipio de Macharaviaya, en concreto su anejo de Benaque. Llevan su nombre centros educativos en Málaga capital, Moclinejo y Arroyo de la Miel, además del Colegio Público Rural Salvador Rueda en Macharaviaya.

La escuela de Macharaviaya,
iniciativa de José de Gálvez

Como estudioso sobre esta escuela, reconozco la importancia de Salvador Rueda y su implicación en la educación de los niños y niñas, particularmente de Benaque,  pero también es cierto que esta denominación, reciente, no es representativa de la rica historia de esta escuela que data del siglo XVIII y que constituyó un hito en la educación en España. En su momento debió haberse reservado el nombre de Salvador Rueda para otro equipamiento cultural o social del pueblo, y haber mantenido el colegio el nombre de su creador, José de Gálvez, o incluso el nombre del rey Carlos III, fundador de las escuelas de Macharaviaya a través de una Real Cédula y cuyo reinado estuvo tan ligado al desarrollo de la villa. 


El ministro José de Gálvez y Gallardo

Las Escuelas de Macharaviaya -en realidad una sola escuela con aula para niños y otra para niñas, pero que se examinaban juntos, y juntos recibían los premios a su capacidad- fueron fundadas por la Real Cédula y Reglamento para las escuelas, premios y socorros establecidos en la villa de Macharaviaya otorgada por el monarca ilustrado en el año 1783. Aunque los antecedentes de esta institución educativa se remonta al menos a 1776.


El Rey Carlos III

Ya nos hemos referido a esta institución singular que -además de socorrer a los agricultores de Macharaviaya y alrededores, cuidar las fuentes y el panteón de los Gálvez- daba educación a los pequeños de Macharaviaya sin distinción de sexo o clase social. De tal manera que puede ser considerada la primera escuela pública, mixta y gratuita de España, anterior a las primeras escuelas femeninas de Madrid. Hasta entonces las escasas instituciones educativas correspondían a conventos u hospicios regentados por religiosos.

Las escuelas de Macharaviaya, con más de doscientos años, fueron curiosamente criticadas por Salvador Rueda (que hoy les da nombre) refiriéndose a ellas como "enigmáticas e inútiles"; críticas sin duda justificadas por las etapas de decadencia que tuvo la Fundación, y porque quizás relegaba a los niños de Benaque.


Salvador Rueda consiguió la creación de las Escuelas Nacionales de Benaque, una para niños y otra para niñas. Estas fueron creadas por Real Orden de 1915, alojadas en una casa cedida por la familia Ruiz (la de niños) y otra del propio Rueda (la de niñas). Pero que eran independientes y ajenas respecto a la escuela de Macharaviaya.


Estas Escuelas Nacionales pronto se quedaron pequeñas, obsoletas e insalubres. Y en 1935 el pleno del Ayuntamiento de Macharaviaya acuerda construir dos escuelas nuevas en Benaque, que llevaran el nombre de Salvador Rueda. La guerra civil, sin embargo, retrasó su construcción.


Salvador Rueda
(Biblioteca virtual Miguel de Cervantes)

Por su parte la Escuela de Macharaviaya queda en estado ruinoso tras la guerra y no es reconstruida hasta el año 1946.

Durante los años 60 del pasado siglo XX aún funcionaban las escuelas de Benaque y las de Macharaviaya. En el año 1970 se construye la nueva escuela de Benaque, como Escuela Unitaria Mixta Salvador Rueda, y se restaura la escuela de Macharaviaya que en años posteriores llevará el nombre de Escuela Unitaria Mixta José de Gálvez.


Fue a partir de 1990 cuando las autoridades educativas deciden suprimir la escuela de Benaque, quedando solo la de Macharaviaya, que pasa a denominarse Escuela Agrupada Rural Salvador Rueda, un hecho injusto porque se pierde el nombre de José de Gálvez, creador de la escuela de  Macharaviaya en ese mismo lugar y edificio. 


Actualmente recibe el nombre de Colegio Público Rural Salvador Rueda y, lo que es importante, los niños del municipio siguen siendo formados e instruidos, y en el mismo lugar en el que, por voluntad de Carlos III y los célebres Gálvez, lo hicieron sus antepasados en el siglo XVIII.