Portada: Macharaviaya sobre 1920. Foto: Bancroft Library OAC California

miércoles, 25 de agosto de 2021

El círculo de los Gálvez

 La editorial Agapea ha publicado el libro: El círculo de los Gálvez, formación, apogeo y ocaso de una élite de poder indiana, de Manuel Hernández González. Un trabajo muy documentado que ofrece una visión diferente a los textos laudatorios que, sobre la familia Gálvez, estamos acostumbrados y que, por esa misma razón, se hace imprescindible para tener una visión más amplia sobre su historia.

Sin desmerecer de los valores personales de cada uno de sus miembros: el valor temerario, por ejemplo, de Bernardo de Gálvez, o las reformas llevadas a cabo por su tío el ministro José, el autor pone el acento en cómo los Gálvez se valen de los recursos del poder para un engrandecimiento obsesivo de su linaje, para lo que desarrollan una amplia red clientelar ubicando a familiares y allegados en numerosos puestos altos y medios de la administración indiana, que colocan por delante de individuos con más mérito, experiencia o años de servicio.

Se narra también el enriquecimiento ilícito de Antonio de Gálvez en su cargo de Vista de la Real Aduana de Cádiz. Se apunta la complicidad o tolerancia de Bernardo de Gálvez con el tráfico ilegal de esclavos negros que desarrollaba su suegro, Gilberto de Saint Maxent. Y la persecución que realizan José y Bernardo de Gálvez a sus oponentes políticos o a cualquiera que pudiera hacer sombra a sus méritos, incluso a través de detenciones sin juicio o acusaciones sin fundamento. Se enumera como algunos de estos perseguidos por los Gálvez obtienen sentencias absolutorias, reparaciones e indemnizaciones una vez muertos los ilustres macharatungos.

Desarrolla el autor, por ejemplo, la minimización de los éxitos militares de otros oficiales, como la conquista de las Bahamas, cuyos artífices fueron incluso encarcelados, con el objeto de magnificar la toma de Pensacola y hacer acreedor a Bernardo de Gálvez de títulos nobiliarios y honores.

Se echa de menos, quizás, en este trabajo de investigación, comparar el nepotismo desarrollado por los Gálvez con las prácticas generalizadas en las administraciones españolas y europeas a fin de tener una visión más completa de sus políticas. Y también analizar hasta que punto la colocación de fieles no era un recurso necesario o conveniente para la realización de sus reformas.

En algunos aspectos, como el populismo de Bernardo de Gálvez como virrey de Nueva España, mezclándose sin protocolo con el pueblo y la tropa en celebraciones, corridas de toros y obras de teatro, no se aciertan a ver los aspectos negativos, y si tales costumbres, además de granjear la simpatía de sus súbditos, hubieran tenido a la larga un beneficio en la conservación de las colonias de no haber fallecido el conde de Gálvez prematuramente.

Son muy valorables las aportaciones a las biografías no solo de los miembros del linaje, incluidos los hijos de Bernardo de Gálvez, sino de numerosos integrantes de este amplio círculo de afines. Se subraya, una vez más, la fuerte cohesión familiar de los Gálvez con episodios inéditos como la fuerte discusión entre Antonio de Gálvez y su sobrina política Felicitas de Saint-Maxent, condesa viuda de Gálvez, para que casara a su hijo Miguel con su prima María Josefa, segunda marquesa de la Sonora, diez años mayor, con objeto de asegurar el futuro y patrimonio del linaje. Proyecto al que se opuso Felicitas por no desear imponer matrimonios obligados a sus hijos.

Un empeño éste, el de asegurar la pervivencia y grandeza de la estirpe, al que dedicaron su esfuerzo todos los Gálvez y que, no obstante, fracasó por la muerte prematura de sus principales miembros y la ausencia de herederos varones.

martes, 10 de agosto de 2021

José Montero Gálvez, un criado que no lo era tanto

MACHARATUNGOS Y PARIENTES A AMÉRICA (4)

En el Archivo General de Indias, se conserva el permiso que en el año 1777 reciben para embarcar para América don José Pallerano y Cabrera, Administrador de la Renta del Tabaco de México, su criado José Montero y su sobrino don Simón de Cabrera. Una vez más estamos ante un caso de "exportación" al Nuevo Mundo de personas vinculadas a los Gálvez.

Nos vamos a centrar en esta ocasión en la figura del criado: José Montero Gálvez, de 21 años de edad, natural de Macharaviaya. Y del que el expediente incluye las partidas de nacimiento de sus padres. En América habría abundante mano de obra nativa, por lo que quizás podemos colegir que se trataba de una especie de asistente, como ahora vamos a explicar.

El joven Montero, que se encuentra en Cádiz, recibe permiso para embarcar de su hermana mayor, Ana Manuela Montero, de 25 años y de "estado honesto", por haber fallecido los padres. Y presenta justificación de limpieza de sangre. Lo que certifican también testigos, ante el alcalde Macharaviaya, don Juan González de Porras, explicando que sus abuelos y más ancianos "han sido cristianos viejos, sin haber ejercido oficios viles algunos, pues han sido viñeros y labradores y sus más ancianos pobladores de esta dicha villa, y además han tenido empleos honoríficos, como ha sido don Fernando de Cabrera, beneficiado que fue en ella".

Por su parte don Pedro de Burgos, cura de las villas de Macharaviaya y Benaque certifica que el joven José Montero Gálvez nació en Macharaviaya el 14 de mayo de 1758 y fue bautizado el 28 siguiente. Sus padres eran Gabriel Montero Gálvez (hijo de José Montero y de Josefa de Gálvez) y Rosalía de Gálvez (hija de Francisco de Gálvez y de María de Gálvez), todos naturales y vecinos de Macharaviaya, efectuándose el matrimonio de los padres el 12/02/1747.

Esto muestra que el joven tenía varios lazos de parentesco con los Gálvez y con los Cabrera. Además el registro de yeguas de 1757, muestra que el padre tenía varias yeguas y potros, lo cual, además de un cierto estatus en la época, indicaba que el joven posiblemente sabía montar a caballo.

A las autoridades que se les otogaba un cargo en Indias se les permitía viajar con dos criados y éste frecuentemente era el modo de hacer pasar también a América a familiares y allegados.

CONTRATACION,5523,N.2,R.26

Texto/datos: Luis Robles, José Luis Cabrera.

Fragata San Julián, donde embarcaron (imagen: wikipedia)

viernes, 6 de agosto de 2021

Registro de yeguas de Benaque y Macharaviaya (1757)

En el Archivo Municipal de Málaga se conservan varios registros de ganado caballar en la provincia. Uno de estos inventarios es el Registro de yeguas, potros, potrancas y caballos padres y domados, del año 1757, que comprende las villas de Benaque y de Macharaviaya.

El día 12 de marzo se inicia el inventario de la yeguada de Benaque. Se requiere al alcalde de esta villa, Matías de Arias, mediante una orden impresa de Su Majestad, para que informe a los vecinos. Comparecen:

- Gabriel Escaño: 4 yeguas, 1 potranca, 1 potro.

- Baltasar Ramírez: 2 yeguas, 1 potra, 1 potranca.

- Juan Postigo: 1 yegua.

El día 22 de marzo se inicia el inventario en Macharaviaya, requiriéndose al alcalde la villa, Francisco Antonio de Cabrera.

- Gabriel Montero: 1 yegua, 1 potra, 1 potranca.

 AMM. Signatura: 2-1-1-D-Caja 4427-16. 

Francisco Antonio de Cabrera, el alcalde de Macharaviaya, debe ser por la fecha el Francisco Antonio de Cabrera nacido en 1699 y casado con María de Escaño. Era primo-hermano de Ana Gallardo, la madre de los célebres hermanos Gálvez.

Luis Robles nos amplía posibles datos: Gabriel Escaño o de Escaño de esa fecha lo encontramos casado con María de Gálvez. Son padres de Gabriel Escaño Gálvez y de Josefa Escaño Gálvez (casada con Baltasar Ramírez Gálvez), citados en diversas escrituras como propietarios de tierras y casas de campo en Benajarafe: pago de los Monteros, arroyo de las Adelfas, arroyo de los Arquillos; son padres también de María Escaño Gálvez (casada con Salvador de Rueda Aragonés), José Escaño Gálvez, Antonia Escaño Gálvez (casada con Salvador de Rueda Aragonés) y posiblemente Gabriel Escaño Gálvez (casado con Feliciana Ramírez). 

AHPM, Leg. P-5186, f. 140. Escribano Millet (1838).

Por lo que respecta a Gabriel Montero, debió ser Gabriel Montero Gálvez que nació sobre 1720, y casó con Rosalía de Gálvez y Gálvez. De su hijo José Montero hablaremos próximamente.

Existe otro registro de yeguas de 1764, recogido por Juan Manuel García Manzano en su libro Macharaviaya y Benaque. Con más propietarios, citando juntos a los propietarios de Macharaviaya y Benaque: Gabriel González, Miguel de Gálvez, José Bravo, José Sánchez, Martín Aragonés, Sebastián Postigo, José González, Antón Arias, José Leal, Baltasar Ramírez, Pedro Félix y Juan Martín Rubio. Siendo alcalde Francisco de Ortega, y notario del pueblo Bernardo José del Pino Zapata.