Portada: Macharaviaya sobre 1920. Foto: Bancroft Library OAC California

jueves, 21 de agosto de 2025

El traductor de Los Tres Mosqueteros

El investigador Jorge González ha encontrado, en el Archivo Histórico Provincial de Málaga, un interesante documento de un descendiente de la familia Cabrera de Macharaviaya que desconocíamos: el capitán Antonio Benigno Cabrera. Cuya genealogía y vida he podido reconstruir parcialmente, gracias a este hallazgo.

Archivo Histórico Provincial de Málaga

Para ubicarlo diremos que su bisabuelo era Clemente de Cabrera y Peinado, primo y apoderado de los Gálvez. Su abuelo, Fernando de Cabrera y Ramírez nació en Macharaviaya; uno de sus tíos-abuelos, Francisco de Cabrera y Ramírez, acompañó al general Bernardo de Gálvez en la toma de Panzacola; y otro, José de Cabrera y Ramírez, fue el esposo de la dramaturga y poeta María Rosa de Gálvez.

Antonio Benigno nació en Málaga, era hijo del coronel Antonio Cabrera y Bracho, director de Provisiones de Málaga, y de Tomasa Rita Zurt y Ortiz, nacida en Alcoy (Alicante), y nombrada en algunos documentos como Rita de Ortiz. Nació como hijo natural, siendo bautizado en 1813 en la iglesia malagueña de los Santos Mártires. Sería legitimado posteriormente por su padre, que ya figuraba en su bautismo.

En 1840 encontramos a Antonio Benigno Cabrera en Madrid como cadete de la Guardia Real en la partida de nacimiento de su hija Elvira María Cabrera Perona, habida de su matrimonio con la madrileña María Vicenta Perona. Debió licenciarse pronto del Ejército, pues en 1849 ya firma como capitán retirado.

Pues bien, nuestro personaje fue el primer traductor en España (o uno de los primeros traductores, pues hubo varias ediciones simultáneas) de la célebre novela Los Tres Mosqueteros, de Alejandro Dumas. Y fue al mismo tiempo su editor e impresor, en una edición ilustrada y lujosamente encuadernada, realizada en Málaga, que se comercializó por toda España en 1845, al año siguiente de su aparición en Francia.

La edición malagueña de
Los Tres Mosqueteros

Este trabajo recibió los mejores elogios: "la traducción es tan exacta, su estilo tan elegante, su dicción tan pura, que el original nada ha perdido en manos del acreditado traductor. La impresión es limpia y correcta" (El Domine Lucas, enciclopedia pintoresca universal).

Ilustración de Los Tres Mosqueteros,
edición de Cabrera y Laffore (1945)

Hemos de explicar la actividad (quizás no amplia en el tiempo pero sí completa) de Cabrera en torno al libro y la prensa, como traductor, escritor, editor, impresor y librero, con un comercio que tuvo su ubicación en la malagueña calle Granada, bajo el título de imprenta y librería de los Sres. Cabrera y Laffore (quien podemos vincular con el comerciante Bartolomé Laffore, segundo marido de Ana Garín Gálvez, que había sido viuda de Antonio Campos y madre del primer marqués de Iznate). 

Cabrera y Laffore también se publicitaba como Comisión General de Librería y se inauguró en 1844.

La imprenta publicó también periódicos y semanarios como El Rubí “periódico triste-alegre de literatura, ciencias, artes y teatros”, del que Cabrera fue autor de gran número de textos; La Amenidad, etc.

Periódico La Amenidad

En 1846 Cabrera tradujo Veinte años después, la continuación de Los Tres Mosqueteros, y la publicó en su imprenta, llamada ya de Antonio Benigno Cabrera. También tradujo del francés Memorias de un ángel de Emmanuel González, El paje holandés de M. Carlos Ledhuy, etc.

Poco después el negocio fue traspasado a José del Rosal. Pero Antonio Benigno Cabrera continuó su labor como traductor, por ejemplo de Los siete besos de Buckhingam de Emmanuel González (1851).

Como escritor, Cabrera fue autor, junto a Romualdo de la Fuente, de la obra de teatro El triunfo del pueblo libre en 1820, que recrea el pronunciamiento de Riego que obligó a Fernando VII a restaurar la Constitución de 1812 y dio inicio al Trienio Liberal. Esta obra fue estrenada en el teatro Variedades de Madrid el 5 de enero de 1856. La firmó con su apellido completo: "Antonio Benigno de Cabrera".

En su vida personal Antonio Benigno heredó de su tío-abuelo, Clemente de Cabrera y Ramírez, regidor perpetuo de Vélez-Málaga, una casa en Vélez y también un cortijo en Benajarafe, localidad que, sin pertenecer administrativamente a Macharaviaya, sí se consideraba dentro de su área de influencia religiosa, cultural e incluso fiscal (lo que venimos llamando "la Gran Macharaviaya"). Este cortijo, plantado de viñas, estaba gravado con un censo en favor de la catedral de Málaga y con la memoria de una misa anual que debía oficiar el cura-beneficiado de Macharaviaya. También heredó dos almacenes en Cádiz, que debían estar vinculados a la estancia en esta ciudad de su bisabuelo, Clemente de Cabrera, como vista de la Real Aduana de Cádiz. Estos bienes fueron vendidos.

La hija de Antonio Benigno Cabrera, Elvira Cabrera Perona, falleció en Filipinas, por el empleo de su esposo Francisco Ripoll en estas islas. Su nieto, Rafael Ripoll y Cabrera, general de brigada, fue alcalde de Gandía y gobernador civil de Valencia.

Fuentes: Archivo Histórico Provincial de Málaga, Leg. P-5119.
Boletín Bibliográfico, español y estranjero, 1 de abril de 1844.
González Rodríguez, Araceli, "La prensa en Málaga en el siglo XIX", Péndulo.

miércoles, 13 de agosto de 2025

Un esclavo de Antonio de Gálvez

El historiador Luis Robles ha localizado un interesante documento en el Archivo Histórico Provincial de Málaga. Se trata de una escritura fechada en Málaga, el 22 de agosto de 1774 en la que Antonio de Gálvez, el menor de los hermanos Gálvez Gallardo, entonces visitador de Rentas (en Málaga) del Reino de Granada, otorga la libertad al esclavo Manuel José Santa María.

Dicho esclavo lo había comprado Antonio de Gálvez en 1763 a don José Pizarro y Eslava, quien fue regidor perpetuo de la ciudad de Málaga, y representó en diversas ocasiones a esta villa en la Corte.

Don Antonio de Gálvez y Gallardo,
Panteón de los Gálvez (Macharaviaya)

Sin embargo Antonio de Gálvez pone tres condiciones al esclavo para liberarlo:

1º) Que no hará cosa "contra nuestra Santa Religion Católica".

2º) Que no se casará con ninguna mujer descendiente de Macharaviaya o de Benaque.

3º) Que continuará usando su apellido sin adoptar otro. Antonio de Gálvez prohibe explicitamente que Manuel José o sus descendientes puedan adoptar los apellidos "Gálvez, Madrid, García, Cabrera y Gallardo, que se le prohíve por ningún caso ni motibo pueda usar, vaxo dicha pena de bolber a quedar esclavo".

Con ello evitaba la costumbre de que muchos siervos o conversos adoptaran los nombres de sus amos o de familias conocidas.

Firmaron como testigos don Antonio Carrillo, don Francisco de León y Juan Salinas Muñoz, vecinos de la ciudad de Málaga.

Óleo representando a un sirviente
(siglo XVIII-XIX)

Firma de Antonio de Gálvez

domingo, 6 de julio de 2025

Dos pajes de bolsa de José de Gálvez

En siglos pasados un "paje de bolsa" era el "paje del secretario del despacho universal y de los tribunales reales, que llevaba la bolsa o cartera de los papeles". Aunque era un cargo modesto, tenía importancia por custodiar los papeles del ministro. Con frecuencia eran encomendados a jóvenes de la nobleza que luego harían carrera posterior en la administración.

José de Gálvez, marqués de Sonora
y ministro de Indias

Hay dos pajes de bolsa de don José de Gálvez y Gallardo, marqués de Sonora y ministro de Indias, de los que tenemos algunos datos. Ambos tuvieron una biografía muy diferente.

Silvestre Collar y Castro, había nacido en Oviedo, el 7 de enero de 1743. Hijo de Diego Collar y Flórez y de María Antonia Castro y Sarabia López de Chaves. Estuvo en Ávila, donde su obispo, don Romualdo de Velarde y Cienfuegos, también asturiano y pariente de Jovellanos, había creado una pequeña escuela/seminario en su palacio, a la que llevó como alumnos a varios jóvenes cercanos, entre ellos Ramón de Posada y Soto (más adelante sobrino político de Matías de Gálvez) y el propio Silvestre Collar.

Ingresó Silvestre Collar en la Administración como escribiente en 1776, al año siguiente fue nombrado paje de bolsa de José de Gálvez, y posteriormente oficial del Despacho Universal de Indias. Llegó a ser Secretario del Despacho Universal de Indias, conservándose numerosísima documentación firmada por él en razón de este cargo. En 1790 fue investido caballero de la Real Orden de Carlos III. 

Durante la guerra de la Independencia estuvo a las órdenes del Consejo de Regencia, y tras la contienda participó en la restauración del Consejo de Indias.  

Coleccionista de obras de arte, fue propietario de seis cuadros pintados por Antonio Puga, discípulo de Vélazquez. 

Silvestre Collar casó con Francisca de Paula Valdés e Iglesias.
Falleció en Madrid el 1 de junio de 1827.

Firma de don Silvestre Collar.
Real Academia de la Historia

Otro paje de bolsa del marqués de Sonora fue José Galán, cargo en el que coincidió con Silvestre Collar. En 1783 fue nombrado escribiente de la Secretaría del Despacho Universal de Indias.

En 1793 fue condenado a las minas de Almadén y según testimonio de 1800 a un presidio de Filipinas por falsificación de documentos. A partir de 1807 obtuvo una pensión de 6.000 reales como escribiente jubilado de la Secretaría del Despacho Universal de Indias.

Bibliografía: 

GÓMEZ GÓMEZ, M., Los Actores del documento: oficiales, archiveros y escribientes.
ABOL-BRASÓN Y ÁLVAREZ TAMARGO, M. de, Los Mon y Jovellanos.
Diccionario Ceán Bermúdez, de la R.A. de la Historia.

lunes, 13 de enero de 2025

Tres macharatungos en Puerto Cabello

Puerto Cabello, fue última ciudad de la actual Venezuela que estuvo en manos de la Corona Española, resistiendo varios asedios de los independentistas, hasta rendirse en 1823. Fue defendida valientemente por un puñado de militares, y entre ellos tres macharatungos, de los que hemos sabido por varios curiosos documentos.

Uno era Antonio Sánchez Aragonés, natural de Macharaviaya, hijo de Antonio Sánchez Guerrero y de Bernarda Aragonés. Pertenecía a una de las familias más ilustres de Macharaviaya y Santillán, los Sánchez, que había pleiteado su hidalguía en la Real Chancillería de Granada, y que eran una rama de los Ramírez de Velasco.

Antonio Sánchez Aragonés tenía en 1821 el empleo de capitán comandante de la 2ª Compañía de Cansados de Puerto Cabello  (tropa que reunía a soldados agotados, heridos, enfermos y convalecientes) y deseaba contraer matrimonio con Ana María Fernández Navarro, natural de Nueva Barcelona (Venezuela). Pero por el bloqueo bélico, era imposible obtener una certificación de bautismo de un lugar tan lejano como Macharaviaya.

Puerto Cabello. Imagen: British Library

    Afortunadamente había en Puerto Cabello otros dos militares que lo conocían desde niño y que podían dar fe de que Sánchez estaba soltero cuando salió del pueblo en 1811 y soltero seguía. Estos dos testigos fueron el capitán José Aponte y el soldado Miguel de Molina, según consta en el expediente matrimonial. La boda pudo celebrarse el 19 de marzo de 1821.

José Aponte, nacido en Macharaviaya en 1779 (de quien pensamos que podría ser hijo del entonces maestro de Macharaviaya, José Aponte), se incorporó al ejército en 1808, a comienzos de la Guerra de la Independencia, dentro del Regimiento de Málaga, en el que estuvo tres años, con el grado de subteniente. En 1810 estuvo en la acción del Castillo de San Luis, en Marbella. Marchó después a Ceuta. En 1812 fue incorporado al Regimiento de Navarra, como teniente. Defendió la Isla del León y persiguió después al ejército francés por La Mancha, Valencia y Cataluña. En 1815, ya con el grado de capitán del Regimiento de Navarra, partió hacia América en la llamada “Expedición de Morillo”, para apoyar a los realistas que luchaban contra los independentistas. Esa expedición fue el envío de tropas más importante desde la península, pero tras unos breves éxitos iniciales, se desgastó rápidamente por la magnitud de la tarea que le había sido encomendada.

El otro testigo, Miguel de Molina, nacido en Macharaviaya sobre 1796, era soldado en el 2º batallón del Regimiento de Infantería de Navarra. No tenemos más datos de él, dio su testimonio, pero no firmó por no saber.

Puerto Cabello. Foto 

    Cuando Puerto Cabello finalmente se rindió en 1823, se dio a los vencidos unas condiciones honorables y generosas, lo que no siempre ocurriría en aquella cruel guerra. Quien quiso, y fue la mayoría, pudo embarcar para Cuba. No conocemos el destino que tuvieron José Aponte y Miguel de Molina, pero sí sabemos que Antonio Sánchez Aragonés regresó a España con su esposa y se afincó en la ciudad de Málaga.

Es citado en 1834, junto a dos hermanos, como propietarios de parte de una finca y lagar en el partido de Santillán, lindando con otras propiedades y con el Camino Real de Macharaviaya. Y en 1850 se tiene noticia de su fallecimiento, por una deuda que la viuda, nombrada ahora como Elisa Fernández, tiene que satisfacer a las Escuelas y Banco Agrícola de Macharaviaya por una deuda de su suegro.

Agradecimiento a Juan Carlos Postigo y Luis Robles por los datos facilitados.

Fuentes:
Guárico, Dispensas matrimoniales 1821-1822, dig. Family Search.
A.G. Simancas, 7298-1 (expte. José Aponte).
A.H.P. Málaga, P-7170 (propiedad en Santillán);
P-5292, f. 323 (obligación de Elisa Fernández con las Escuelas);
P-5113, f. 28 (testamento de Antonia Sánchez Aragonés, hermana de Antonio).