En el Archivo Histórico Provincial de Málaga hemos hallado una bonita historia que ilustra sobre la lucha de las mujeres por recobrar sus derechos. María Arias Domínguez, natural y vecina de Benaque, casó con Félix de Rueda Díaz, aportando al matrimonio 8.050 reales en tierras, casa y muebles. Posteriormente la pareja compró diferentes tierras (en la Cañada del Gitano, en el ruedo de Benaque, en la Fuente Baja, en el pago de Basilio, en la Dehesa Baja) y una casa en Benaque donde residían.
El matrimonio no tuvo hijos y el marido presionó a la esposa para que dejaran todos los bienes a los sobrinos de él. Algo a lo que María no estaba dispuesta, así que aprovechó una ausencia del esposo para cambiar su testamento en secreto, el 14 de agosto de 1859.
Ahora que por razón de hallarse aquel ausente aprovecho esta ocasión para formalizar esta cédula.
El testamento no se hace ante notario sino en documento privado, y en él deja el usufructo a su esposo solo durante su vida, y en ausencia de éste será heredero su sobrino don Manuel Arias y Arias; y deja legados a otros sobrinos: a María de Arias Martín; a María, José y Salvador de Arias Arias; y a los hijos de su hermano Francisco Arias Domínguez.
Como testigos llama a cinco vecinos de Benaque: Antonio Postigo Arias, Antonio del Río Sánchez, Salvador Postigo Rueda, Antonio Arias Sánchez y José Rosado Ruiz,
Rogados por mí se reserve sin darle publicidad hasta que se verifique el fallecimiento de mi marido aun cuando fuese después que el mío por los perjuicios que pudiera acarrearme y porque nunca pueda concebir odio contra mi aun cuando yo sea cadáver por haberme separado de sus instrucciones.
El documento se entrega a su sobrino y heredero don Manuel Arias Arias, vecino de Macharaviaya.
María falleció menos de un mes después de haber dictado su testamento: el 8 de septiembre de 1859. Al año siguiente fallece también en Benaque el esposo, don Félix de Rueda Díaz, el 1 de abril de 1860.
El heredero de doña María solicita que se eleve el testamento privado a escritura pública en Vélez-Málaga el 17 de abril de 1860. Al día siguiente el juzgado de Vélez-Málaga cita a los cinco testigos de la escritura para confirmar su veracidad, lo que nos permite conocer algo más de estos benaqueños que colaboraron con María Arias para que pudiera dictar su voluntad.
Antonio del Río Sánchez, casado, labrador (propietario).
Antonio Arias Sánchez, casado, trabajador del campo.
Antonio Postigo Arias, casado, trabajador del campo.
Salvador Postigo Rueda, soltero, jornalero del campo.
José Rosado Ruiz, casado, jornalero del campo.
Asimismo se cita a dos vecinos de Vélez-Málaga que acreditan la identidad de los testigos: Bernardo Gallardo Fernández y Antonio Molina García.
La partición de bienes entre los herederos de ambos cónyuges se celebra en Macharaviaya el 29 de mayo de 1860. Comparecen Manuel Arias Arias y los herederos de Félix de Rueda: Diego García Álvarez en representación de su esposa María de Rueda Cabrera; Antonio y Ana de Rueda Díaz; María García Rueda con su marido Francisco Álvarez García; y Ángela de Rueda Cabrera acompañada de su esposo Antonio Alarcón Madrid.
Doña María pudo cumplir su voluntad.
AHPM, Leg. P-5261, ff. 372 a 413v.
|
Benaque (Archivo Díaz de Escovar/Fundación Unicaja) |